Tormenta solar

 El martes de la semana pasada se desató una violenta tormenta solar a las 1:56 GTM, según parece la mayor en cinco años, que envió un viento de plasma ionizado hacia la Tierra a velocidades de 900 km/s, que provocó auroras y problemas en algunas comunicaciones.
Una tormenta de esta magnitud podría haber afectado a los satélites artificales de todo tipo, los sistemas de comunicaciones, por supuesto a los GPS, haber quemado sistemas electrónicos de radio y televisión, y como consecuencia haber afectado a nuestros sistemas de transportes y todo ello a la propia economía de los países.
En 1972 una de estas tormentas tuvo a seis millones de personas en Quebec (Canadá) en la oscuridad.
En una sociedad como la nuestra, cada vez más dependiente de todos los sistemas eléctricos y electrónicos, puede suponer un grave problema, sobre todo si tenemos en cuenta que en los próximos 11 años el Sol en su ciclo irá incrementando su actividad, y estos fenómenos pueden hacerse más comunes.
Ya muchos gobiernos trabajan en conjunto para intentar resolver estos problemas, aunque son bastante impredecibles. En esta ocasión hemos tenido suerte, parece que estabamos preparados y no ha afectado mucho.

FUENTE: Kerry Sheridan, en Noticias Yahoo, 21 de febrero de 2011.